UnaSonrisadelCorazón Por Izela Leiva López, Tegucigalpa-Honduras.
Aunque tu corazón haya sido roto en mil pedazos, no dudes jamás que existe el verdadero amor, ese que nunca falla: DIOS! Él restaura y cura las heridas. “Proverbios 4:23 Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida”. Recientemente este pensamiento vino a mi mente, en un tiempo de profundo dolor y decepción, que sin querer tocó mi corazón y lo destrozó…definitivamente debemos cuidar el corazón; le agregué el versículo de Proverbios, que ha hecho rema siempre en mi ser y me recuerda que en mi corazón está la vida.
Y es que usualmente nos hacemos ilusiones de personas o situaciones que simplemente no serán posible, porque no es la voluntad de Dios. Muchas veces esas heridas en el corazón son causadas por terceras personas, otras veces, nosotros mismos las causamos cuando permitimos que circunstancias adversas nos dañen, o afecten negativamente. Una de las cosas que he aprendido en el caminar de mi vida, es que somos nosotros mismos quienes decidimos que tanto nos pueden afectar lo difícil que vivimos a diario.
Por lo general, pensamos que el resto de las personas van a actuar o nos van a tratar de la misma forma que lo hacemos nosotros, claro, nos conocemos bien y quizás no actuaríamos de la manera en que los demás lo hacen; sin embargo, no todas las personas son iguales, somos únicos. A las personas que se encargan de menospreciar, minimizar, ignorar, golpear, criticar hasta el punto de crear esa ruptura inevitable en el corazón, puedo decir que, son personas que necesitan muchísimo del amor de Dios, que arrastran (posiblemente sin querer) fuertes cadenas que no han podido arrancar y que han tenido una lucha interna para cambiar.
Hay una joya hermosa dentro de cada uno de nosotros, un corazón que siente y alberga suficiente espacio para poder entregar amor a cada persona a nuestro alrededor, particularmente a quién carece de este sentimiento tan maravilloso. Si eres de las personas que tienes el corazón roto por alguna circunstancia, no te puedo culpar, eres un ser humano normal…solo te puedo decir que tienes la oportunidad de cambiar tu circunstancia negativa y permitir que alguien que no señala, no aborrece, ni critica pueda restaurar: JESÚS!
¿Te pregunto hoy? Si Dios es amor, ¿por qué nosotros no somos amor? Te reto que cambies tu estilo de vida, tu forma de pensar y actuar, comenzando a amar a quién te señala sin razón, inclusive puede ser dentro de tu propia familia o alguien a quién aprecias; sin duda alguna, llegará ese momento en que aparecerá quién una todas tus partes rotas y las comience a armar con amor, hasta convertir ese corazón roto en una pieza increíble con el verdadero amor de Dios. “1 Juan 4:8 El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.”
Quienes estamos llenos del amor de Dios, tenemos una tarea importante de orar por aquellas personas que nos han dañado ya sea por acción u omisión, perdonarles y entregar su corazón en las manos del Señor, de manera que sea el Espíritu Santo que actúe para transformar ese corazón dolido y roto por un corazón resplandeciente.